La historia esta dividida en Antes de Cristo y después de Cristo, en Bogotá la historia se partió en Antes de Transmilenio (A.T) y después de Transmilenio (D.T). O sea que el año 0 para los usuarios del Transporte público es el 2000, un nacimiento sin pesebre, ni arbolito.
Para llegar al niño Dios los reyes magos siguieron una estrella en el Cielo, en el 2000 los Reyes del Volante se unían a un slogan que decía Bogotá 2600 metros más cerca de las estrellas. Al niño Dios le trajeron Mirra, incienso y oro, a los empresarios de Transmilenio oro, oro y oro.
Antes de hacer estaciones de Transmilenio en Bogotá, quien se va a olvidar de la Troncal de la Caracas, un sistema en que los buses tenían la exclusividad de andar por los dos carriles centrales y las estaciones cada 6 cuadras, la estaciones estaban sub-dividas en paraderos, para que los buses recogieran o dejaran los pasajeros en exclusividad y orden “Pero” como no había un medio de control, y quien pretendía controlar a los chóferes de Bus, ¿Quién?
Si hay un gremio que se le tenga respeto en Bogotá, es el de “ CHÓFERES DE BUS” – no hay quien intimide mas, que un chófer de bus, todo lo que dice el Rey del volante se cumple - ¡No tengo Vueltas! ¡Deme Sencillo! - ¡bájese! - ¡Súbase! - ¡hay un Chupa, Agáchense! - ¡pásense al otro bus!
Los buses de A.T eran, según la ruta, de trompa roja, trompa blanca, combinados, etc. Que así como no funciono las estaciones, mucho menos esta forma de diferenciar las rutas, antes de los Buses Inteligentes, existía los buses mas terroríficos en los que usted se podía subir, El Expreso Imperial: era la empresa de buses viejos de Bgtá. Era la empresa de buses de modelo más antiguos con rutas de barrios periféricos a Coorabastos, por lo tanto, se podría encontrar con mercado, animales, y sobre todo olores. imagínese cuando iba lleno el bus, había gente que dormía encima de los costales.
Supongamos que usted aborda un bus a las 6 Am, pasa la registradora, hay registradoras que colaboran, que son suaves, pero hay otras que son duras, preciso son esas que no dan en las piernas sino en la cintura, por eso es difícil empujarlas, hay unas registradoras traicioneras que a los hombres les dan justo en sus partes nobles y nosotros las vemos suave, pero no, se pretende empujarlas con el pene, pero es el pene el que sale perjudicado.
A nadie que se subía a un bus se le ocurría subirse sin sencillo, ningún chófer tiene vueltas a las 6 Am, hay chóferes que prefieren bajar a la víctima, hay otros que le dicen que le entregan las vueltas más adelante, cuando eso pasa usted no viaja tranquilo, porque todo el viaje uno se va pensando en las vueltas - que no se le queden- Si se le quedan ¿Cómo se devuelve?
Paso esa prueba, se dirige al centro del bus, "pero" a las 6 de la mañana nadie coge puesto. Así que se coge de las varillas de los asientos, a los veinte minutos se le duermen en la mano los que van sentados, o le coge los pelos a señora, y ella lo mira mal, pero uno quisiera decirles, pues péinese señora.
A los cinco minutos también se va llenando el bus, alguien a su lado, a su otro lado, luego otro, luego otro, luego otro; es triste saber como el lugar de su mano se lo van quitando, es el caso que le queda una sola mano en la varilla del asiento y otra en la varilla superior, pero cuando llega otro, son las dos manos en la varilla superior, luego le queda una sola en la varilla superior, pero la lucha para sostenerse sigue, pues siguen subiéndose pasajeros, llega el momento que usted no se está sosteniendo de ninguna varilla sino gracias a la inmovilidad que se logra de lo lleno del bus, parece acabar, pero no; se escucha al chófer: -¡Córranse para atrás, por la mitad, qué hay espacio!
Su viaje se convierte en jaloneo, por la arrancada y la frenada, su cuerpo se mueve en péndulo, pero no rítmico, por eso los que son usuarios de bus les sale una hernia, por si usted no tiene hernia es porque no monta en bus. Digamos que alcanza a preguntar donde se baja, porque es obvio que no se ve donde le toca bajarse, las nuevas generaciones no saben lo que cuesta bajarse de un bus lleno, porque sabe que al final va a salir muy manoseado, tocado, y hay casos en el que toca hacer prueba de embarazo.
Hoy en día así haya cambiado la Caracas por culpa de Transmilenio, muchos han dado testimonio que han visto los fantasmas de Usuarios de la vieja Caracas, espíritus de pasajeros en pena, que no han ido al cielo porque se bajaron del bus sin las vueltas.
